Resumen:
Nuestro país, a pesar de poseer una gran cantidad de fuente de agua a lo largo del territorio presenta déficit de este importante recurso para la vida y desarrollo de actividades, siendo más afectadas las comunidades alejadas del centro de la ciudad y ubicadas en zonas rurales, muchos pobladores consumen el agua directamente de la fuente, sin prever que en su mayoría estos contienen metales pesados en concentraciones variables con potencial de causar daños irreparables a la salud. La contaminación de origen industrial es la mayor fuente de contaminación de cuerpos de aguas ya sea de ríos, lagos, lagunas y el mar, puesto que son los receptores de distintos efluentes que contienen una variedad de carga orgánica como inorgánica. Los metales pueden encontrarse de forma natural en aguas no contaminadas dependiendo del tipo de suelo y la geología a lo largo de una corriente superficial y en concentraciones que no representan peligro para la biodiversidad, siendo muchos de éstos necesarios para la vida acuática y para la salud humana. Las actividades antropogénicas como la industria de curtiembre ha incrementado progresivamente la concentración de cromo en sus diferentes especies. Frente a esta problemática la naturaleza nos brinda la posibilidad de descontaminar naturalmente los cuerpos de agua contaminados ya sea por metales pesados como el cromo, mercurio, plomo, cadmio, zinc, etc., de una forma sencilla, económica y rentable ambientalmente, mediante el empleo de residuos orgánicos como la cascara de plátano, de la cual hay evidencias contundentes sobre su efecto adsorbente frente a metales pesados como el cromo; la realización del proceso de remoción de cromo total en agua, utilizando polvo de cascara de plátano simboliza un nuevo enfoque para el tratamiento de aguas residuales industriales, además brinda la posibilidad de mejorar la calidad de los efluentes que desembocan tanto en el mar como en ríos.